9.3.06

"Diré lo que pienso, y haré lo que digo"

No tenía ganas de levantarme de mi cama. Los primeros días de la Universidad ya me tenían agotada. Eran las 19:00 y yo no me podía mi propio cuerpo. Ayer era mi día, ¿por qué no me podía quedar en cama por un rato más?.
El ruido y la gente caminando por las calles, me hizo asomarme a la ventana. Banderas con las imágenes de Gladys Marín y Michelle Bachelet, teñían de colores la oscura Alameda, que en tantas ocasiones, ha sido mudo testigo de la historia de nuestro país.
Tomé las llaves y mi celular y salí a ver qué pasaba. Folckoristas de todas partes de Chile subían al escenario, en una sucesión vertiginosa, pero atractiva... Al fin de cuentas, no todos los días se ve algo así. Heladeros y vendedores ambulantes hacían negocios, vendían artesanías, banderas y cintillos con la foto de Michelle. Asociaciones de gays, lesbianas, transexuales y demases, se colaban entre los asistentes. Hasta los deudores habitacionales se manifestaron y opacaron la ceremonia.
De pronto, un operativo de gran magnitud se subía al escenario. Coca Guazzini, la conductora del evento, realizaba una emocionante y hasta llorona presentación. Era primera vez que una mujer, como presidente de la república, encabezaba el acto del día de la mujer. Michelle Bachelet era el ícono de todos los que se encontraban allí, los que creen que sus sueños y esperanzas se ven encarnadas en ella.
Sin duda, manejó la audiencia a su antojo. Habló de la Ley de Cuotas, para que los cargos en las reparticiones públicas sean ocupados de manera paritaria entre hombres y mujeres con los mismos talentos. Habló de las salas cunas, de las mujeres temporeras y de tanta desigualdad que hasta el siglo XXI nos sigue afectando.
Pero me faltó algo... Un recuerdo, una reseña al lamentable acontecimiento que nos reunía, al fatídico 8 de marzo de 1908, en Nueva York, cuando las trabajadoras de Cotton Textile Factory de Washington se declararon en huelga y ocuparon la fábrica, para protestar sobre sus condiciones de trabajo. Sólo pedían tener el mismo salario que los hombres, descanso dominical, reducción a las 10 horas la jornada, derecho a la lactancia y reducción de la jornada laboral. Sólo pedían igualdad. El dueño rechazó la huelga, cerró las puertas y le prendió fuego... 129 mujeres murieron por los derechos que les correspondían... Señor lector, también ellas murieron por sus derechos, porque no se olvide que Ud. proviene de una mujer, que es su madre.
Michelle, en la misma Alameda que ayer se abrió para un buen número de mujeres que nos encontrabámos allí, aún se escuchaban sus palabras: "Diré lo que pienso y haré lo que digo". Creo que por ésas 129 que murieron, usted ha dejado su palabra empeñada.

2 comentarios:

ETZNAB dijo...

100% de acuerdo con el coment anterior.
no pudo epresarlo mejor
igual buena onda...
jejejejej
¬¬

Luis Ignacio (Nacho) Durán dijo...

Bien, esas mujeres que murieron lo hicieron por sus derechos, por algo que necesitaban en el alma. es cierto, las mujeres han sido discriminadas a lo largo de la historia pero, que ha pasado con los hombres que, a lo largo de la historia han sufrido enormemente por los abusos que se han cometido en su contra? Cuántos hombres han muerto desde el principio de la historia enterrados en las minas, aplastados por los bloques de piedra de los ejipcios, asficciados por el gas del carbon, o sufriendo el ardor de la silicosis en sus pulmones. Cuantos han caido en las trincheras sin que fuera su voluntad ir a ,la guerra, cuantos han muerto a los ochenta sin haber sabido lo que era criar a un hijo. Cuantos hombres dejaron la vida en la carabina y la molotov o en el mismo estadio para que hoy, una mujer, llegara a la presidencia. Es cierto, es un momento especial, pero no debemos olvidar que el hombre ha sufrido lo mismo o más durante la historia y ni siquiera hay un día que recuerde ese valor y ese sacrificio.
saludos
nacho

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