24.1.09

What if?

Debo hacer una aclaración preliminar: soy una persona extremadamente culposa. Partiendo allí, no es de extrañar que rehuya a la posibilidad de dedicarme tiempo para analizarme. Me asusta quizás lo que pueda encontrar.

Pero fue inevitable. Con unas vacaciones de casi un mes, mis amigos ocupados en quizás qué, me tuve que mirar. Y una angustia enorme se apoderó de mí.

Ver que tenía cientos de asuntos sin resolver, que habían personas en mi vida que me hacían preguntarme what if...?, ¿qué hubiera pasado si... si hubiera tenido la fuerza, la valentía o quizás un poco de visión?

Me forcé a notar que sí existía un what if? Creo que ni siquiera él se lo puede imaginar. Que extraño sentirme como a los 16, con ese dolor de guata, que aunque nunca estuvimos juntos, él ocupa un lugar muy importante en mi memoria, y que después de seis años, me sigo sintiendo igual cuando me habla.

Su recuerdo me llevó a escondrijos mentales, donde había escondido los momentos y las decisiones equivocadas que me dañaban. Fue allí donde comenzó la cadena de lamentaciones.

Cada imagen me cuestionaba si los pasos que he dado hasta ahora son los correctos. Darme cuenta que lo dejé ir, que todo hubiese sido distinto, que un montón de mis recuerdos están asociados a él.

Y, por supuesto, todo empeoró. Porque empecé a interpretar cada paso como una señal, que cada película estaba prácticamente basada en mi historia. Para qué contar cuando vi Antes del Atardecer. Julie Delpy describía perfectamente mi vida amorosa: fracasada, vacía y desesperanzada.

Pero me cansé de llorar sobre lo que fue. Tal vez la valentía es eso: aprender a vivir con lo que hay, hacerse cargo de los propios errores, venciendo los miedos existentes, porque es sano y maduro, porque es justo y necesario, y porque nada me hará volver sobre mis pasos.

2.12.08

Alter ego

Siempre he pensado que hay un igualito a mí en algún lugar. Quién sabe dónde, quién sabe cómo. No es fácil ser yo, aunque suene presumido y casi ególatra de mi parte. Nacer en una familia monoparental, donde todos dudan de todos y cada cual vela por lo suyo, sin importar a quién se llevan por delante, te hace ser una persona un tanto perfeccionista. Y tanto rigor te conduce a ser ruda, ojalá con una careta en frente.

Y en esta reflexión febril, me pregunté cómo sería este igual-distinto. Quizás sería una chica con una vida más light -no es que me quiera hacer la sufrida a esta altura, pero de que me ha costado, me ha costado-, con menos complejos y más decisión, con miedos de niña de 15 y no de mujer de 45, sin tantos problemas existenciales. A lo mejor no se cuestiona tanto, vive más al día, con más soltura y cero vergüenza.

O tal vez es un hombre, de unos 50, separado, con miedo a la soledad, que busca noche tras noche a mujeres en un bar, tratando de olvidar lo que perdió.

Pero después de tanto caldo de cabeza pensé: "Todo esto convive en mí". Cada día me despierto tratando de ser esa chica con menos tapujos, sin dobles lecturas, con menos temor a lo que vendrá. También vago por mi existencia buscando no quedarme sola.

¿Y si mi alter ego vive dentro de mí?

Someday, I'll find someone. Different than me. Maybe just like me.
La vie en rouge © 2008 | Coded by Randomness | Illustration by Wai | Design by betterinpink!